El síndrome de Horner es una condición neurológica poco común pero significativa que afecta el ojo y ciertas funciones faciales. Se caracteriza por síntomas como ptosis (párpado caído), miosis (contracción de la pupila) y anhidrosis (disminución de sudoración en un lado de la cara), y puede ser indicativo de problemas subyacentes en el sistema nervioso. En este artículo, exploraremos en detalle las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento para esta condición, además de ayudarte a comprender su impacto en la salud ocular y general.
¿Qué es el síndrome de Horner?
El síndrome de Horner es una condición rara que afecta al sistema nervioso y, en particular, a los nervios que controlan los músculos y las glándulas alrededor del ojo. Esta afección se produce cuando hay daño en una vía nerviosa específica, lo que puede generar una serie de síntomas en uno de los ojos. Aunque el síndrome de Horner puede ser benigno, en algunos casos puede estar relacionado con condiciones más graves, como tumores o enfermedades vasculares.
¿Cuáles son sus síntomas?
Uno de los síntomas más comunes del síndrome de Horner es la cefalea de Horner, un dolor de cabeza que generalmente está localizado en el lado afectado. Sin embargo, los síntomas pueden variar dependiendo de la gravedad y la causa subyacente de la afección.
Algunos de los síntomas del síndrome de Horner incluyen:
- Ptosis palpebral: Caída del párpado superior.
- Miosis: Pupila más pequeña en el ojo afectado, incluso en condiciones de poca luz.
- Anhidrosis: Falta de sudoración en la mitad del rostro afectada.
- Enoftalmos: Apariencia de que el ojo afectado está hundido.
¿Qué nervio está afectado en el síndrome de Horner?
El síndrome de Horner involucra la interrupción de la vía nerviosa simpática, que controla ciertas funciones del ojo y la cara. Esta vía nerviosa consta de tres neuronas que se extienden desde el cerebro hasta el ojo. El nervio afectado generalmente es la tercera neurona, que controla los músculos y la dilatación de la pupila. El daño a cualquier punto de este trayecto puede dar lugar a los síntomas típicos del síndrome de Horner.
¿Cuáles son sus causas?

Entre las causas del síndrome de Horner se encuentran lesiones en el nervio simpático o condiciones subyacentes más graves.
Existen diversas causas del síndrome de Horner, algunas benignas y otras más graves. Entre las más comunes se incluyen:
- Lesiones en el cuello o la cabeza: Accidentes o traumatismos pueden dañar los nervios simpáticos.
- Tumores en la zona torácica o en el cuello: Algunas neoplasias pueden comprimir los nervios responsables de los síntomas del síndrome de Horner.
- Accidente cerebrovascular: El daño cerebral en las áreas que controlan los nervios simpáticos puede causar el síndrome de Horner.
- Diseminación de enfermedades infecciosas: Algunas infecciones pueden afectar las vías nerviosas.
- Cirugías previas: Algunas operaciones en la región cervical o torácica pueden dañar estos nervios.
¿Se puede tratar este síndrome?
El tratamiento del síndrome de Horner depende en gran medida de su causa subyacente. En algunos casos, si se identifica y trata la causa, los síntomas pueden mejorar. Sin embargo, si el daño a los nervios es irreversible, los síntomas pueden persistir. Los tratamientos disponibles pueden incluir:
- Tratamiento de la afección subyacente: Si el síndrome de Horner es causado por un tumor o un accidente cerebrovascular, el tratamiento de estas afecciones puede aliviar los síntomas.
- Medicamentos: En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para aliviar los síntomas del síndrome de Horner, como la cefalea de Horner y la ptosis.
- Cirugía: En situaciones más complejas, se pueden considerar opciones quirúrgicas.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del síndrome de Horner implica una evaluación completa por un neurólogo u oftalmólogo. A través de un examen físico, pruebas de imágenes y otros procedimientos diagnósticos, se puede determinar la causa del síndrome. Esto es fundamental para planificar el tratamiento adecuado.
¿Es posible que se cure?
La respuesta a esta pregunta depende de la causa. Si el síndrome de Horner es causado por una afección tratable, como una infección o una obstrucción, los síntomas pueden mejorar con el tratamiento adecuado. Sin embargo, si la afección es irreversible, los síntomas pueden persistir a largo plazo.
Conclusión
El síndrome de Horner es una condición poco frecuente, pero importante, que puede afectar la calidad de vida de quienes lo padecen. Si experimentas síntomas como la cefalea de Horner, la caída del párpado o cambios en la pupila, es crucial buscar atención médica de inmediato. Un diagnóstico temprano puede ayudar a encontrar la causa y tratarla de manera más efectiva.
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