La erosión corneal es una lesión de la superficie del ojo que puede causar dolor intenso, visión borrosa y sensación de cuerpo extraño. Es una afección más común de lo que parece y, aunque suele sanar bien, algunas personas pueden experimentar episodios recurrentes si no se trata adecuadamente. En este artículo te explicamos qué son las erosiones corneales, qué síntomas producen, cómo se diagnostican y qué opciones de tratamiento existen actualmente para lograr una recuperación completa.
¿Qué es una erosión corneal?
Una erosión corneal se produce cuando se daña la capa más externa de la córnea, llamada epitelio. Esta capa actúa como barrera protectora y, cuando se interrumpe, deja al descubierto terminaciones nerviosas altamente sensibles, generando dolor y molestias oculares intensas.
Las erosiones pueden ser traumáticas (por un golpe, rascado o cuerpo extraño), espontáneas o secundarias a enfermedades como la distrofia epitelial de la membrana basal.
Erosión corneal: síntomas más comunes

La erosión corneal puede causar dolor intenso y visión borrosa.
Los síntomas de una erosión corneal pueden variar en intensidad, pero generalmente incluyen:
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Dolor ocular agudo o punzante, especialmente al despertar
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Sensación de tener arena o cuerpo extraño en el ojo
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Enrojecimiento ocular
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Fotofobia (molestia con la luz)
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Visión borrosa o fluctuante
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Blefaroespasmo (dificultad para mantener el ojo abierto)
Es importante acudir al oftalmólogo si experimentas estos síntomas, ya que las erosiones corneales pueden parecer leves, pero requieren tratamiento especializado para evitar infecciones o recurrencias.
Causas más frecuentes de erosiones corneales
Las erosiones corneales pueden tener múltiples causas, entre ellas:
Causa | Descripción |
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Traumatismos oculares | Uñas, ramas, maquillaje, lentes de contacto mal manipulados. |
Distrofias corneales | Trastornos genéticos que afectan la adherencia del epitelio corneal. |
Cirugías oculares previas | Procedimientos como LASIK o queratotomía pueden aumentar el riesgo. |
Sequedad ocular severa | Disminución de la película lagrimal afecta la protección de la córnea. |
Uso prolongado de lentes de contacto | Puede debilitar el epitelio corneal, favoreciendo erosiones. |
¿Cómo se diagnostica una erosión corneal?
El diagnóstico se realiza mediante una evaluación oftalmológica que incluye:
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Examen con lámpara de hendidura: para observar directamente la córnea.
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Tinción con fluoresceína: revela zonas lesionadas del epitelio corneal.
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Test de agudeza visual y movimiento ocular: para descartar otras complicaciones.
En casos recurrentes, puede ser necesario investigar distrofias corneales u otras causas subyacentes.
Tratamiento de la erosión corneal
El tratamiento depende de la severidad del caso y de si se trata de una erosión aislada o recurrente. Las opciones incluyen:
Tratamiento inicial (para erosiones únicas):
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Colirios antibióticos: para prevenir infecciones.
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Lubricantes oculares intensivos: ayudan a regenerar el epitelio.
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Parche ocular o lente terapéutica: protege la córnea durante la cicatrización.
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Analgésicos tópicos u orales: para controlar el dolor.
Tratamiento para erosiones recurrentes:
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Láser excimer (PTK): remodela la superficie corneal en casos graves.
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Microqueratotomía superficial: elimina tejido dañado y promueve regeneración.
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Colirios salinos hipertónicos: fortalecen la adherencia epitelial.
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Profilaxis con lágrimas artificiales nocturnas: especialmente si los síntomas aparecen al despertar.
La evolución suele ser favorable, pero es fundamental seguir las indicaciones del especialista y evitar frotarse los ojos o utilizar lentes de contacto sin control médico.
¿Se pueden prevenir las erosiones corneales?
En algunos casos, sí. Especialmente si se identifican los factores predisponentes. Algunas recomendaciones incluyen:
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Usar protección ocular en ambientes de riesgo (jardinería, bricolaje, deportes).
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Mantener una lubricación adecuada del ojo, sobre todo si hay sequedad ocular.
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No dormir con lentes de contacto.
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Tratar las enfermedades de base, como distrofias corneales o blefaritis.
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Utilizar humidificadores en ambientes secos, sobre todo en invierno.
Erosión corneal: Conclusión
Las erosiones corneales pueden parecer una molestia menor, pero su impacto en la calidad de vida y la salud visual puede ser significativo si no se tratan adecuadamente. Reconocer los síntomas de una erosión corneal, acudir a tiempo al oftalmólogo y seguir un tratamiento riguroso es clave para evitar complicaciones y, en casos crónicos, prevenir su recurrencia.
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