La presencia de sangre en el ojo puede ser una señal alarmante que indica una lesión o condición médica importante. Este síntoma, conocido en medicina como hifema, ocurre cuando la sangre se acumula en la cámara anterior del ojo, el espacio entre la córnea y el iris. Aunque puede parecer algo menor, el hifema puede afectar seriamente la visión y requiere atención especializada. En este artículo, la Dra. Raquel Medina, especialista en oftalmología en Salamanca, te explica todo lo que necesitas saber sobre el hifema: causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos.
¿Qué es el hifema o sangre en el ojo?
El hifema es la acumulación de sangre en del ojo, más específicamente en la cámara anterior. Esto sucede cuando se rompen vasos sanguíneos pequeños ubicados en el iris o en la parte frontal del ojo, provocando que la sangre se filtre y se quede en ese espacio. La sangre en el ojo puede variar en cantidad, desde pequeños puntos rojos hasta llenarlo parcialmente, lo que puede impedir el paso de la luz y causar problemas visuales.
El hifema puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común tras golpes o traumatismos oculares, y en personas con problemas de coagulación.
Causas comunes de sangre en el ojo
Varias situaciones pueden desencadenar la aparición de sangre en el ojo, algunas de ellas son:
1. Traumatismos oculares
Los golpes directos en el ojo, como en accidentes deportivos, caídas o golpes accidentales, son la causa más común de hifema. La fuerza impacta los vasos sanguíneos delicados, causando su ruptura.
2. Cirugías oculares
Procedimientos como cirugía de cataratas o cirugías de retina pueden provocar sangrado temporal dentro del ojo.
3. Trastornos de coagulación y medicamentos
Pacientes con enfermedades que afectan la coagulación de la sangre o que están en tratamiento con anticoagulantes tienen mayor riesgo de sangrado ocular.
4. Enfermedades sistémicas
La diabetes y la hipertensión arterial pueden dañar los vasos sanguíneos del ojo, facilitando el sangrado.
5. Inflamaciones o infecciones
Ciertas inflamaciones como la uveítis pueden inflamar los vasos sanguíneos del ojo, causando ruptura y sangrado.
6. Tumores oculares
Aunque menos frecuente, algunos tumores dentro del ojo pueden generar sangrado.
Síntomas que acompañan al hifema
Además de notar sangre en el ojo, puedes experimentar:
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Dolor ocular intenso, que puede empeorar con el movimiento o la luz.
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Visión borrosa o disminuida, que puede ir desde leves molestias hasta pérdida visual importante.
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Sensación de presión o pesadez dentro del ojo.
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Fotofobia, que es intolerancia o molestia a la luz brillante.
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Lagrimeo excesivo y enrojecimiento.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante acudir rápidamente al oftalmólogo para evitar daños mayores.
Diagnóstico de la sangre en el ojo
El diagnóstico temprano es fundamental para tratar la causa y prevenir complicaciones. El oftalmólogo realizará:
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Examen con lámpara de hendidura, que permite observar el interior del ojo con gran detalle, detectando la cantidad de sangre y posibles daños.
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Medición de la presión intraocular (tonometría), ya que el hifema puede aumentar la presión dentro del ojo y dañar el nervio óptico.
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Evaluación de la visión para conocer el impacto sobre la agudeza visual.
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En algunos casos, se pueden realizar ecografías o tomografías para estudiar estructuras internas del ojo.
Tratamientos para el hifema

En casos graves, la sangre en el ojo puede requerir una cirugía para eliminar el sangrado y proteger la visión.
El tratamiento dependerá de la causa, gravedad y síntomas:
Tratamiento conservador
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Reposo absoluto y mantener la cabeza elevada para facilitar que la sangre se asiente y reabsorba.
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Uso de medicación para reducir el dolor y controlar la inflamación.
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Control riguroso de la presión intraocular con medicamentos específicos.
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Evitar esfuerzos físicos y situaciones que puedan aumentar la presión ocular.
Tratamiento quirúrgico
En casos graves donde la sangre no se reabsorbe o la presión intraocular se eleva peligrosamente, puede ser necesaria una cirugía para eliminar el sangrado y evitar daños irreversibles en la visión.
Posibles complicaciones
Si el hifema no se trata adecuadamente, pueden surgir problemas serios como:
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Glaucoma secundario por aumento prolongado de presión ocular.
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Daño permanente al nervio óptico.
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Formación de adherencias entre el iris y la córnea.
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Pérdida visual irreversible.
Por eso es fundamental buscar atención especializada de inmediato.
Prevención y cuidados tras un hifema
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Protege tus ojos con gafas de seguridad en deportes o actividades de riesgo.
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Controla enfermedades sistémicas como la diabetes y la hipertensión.
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Sigue siempre las indicaciones médicas si usas anticoagulantes o tienes problemas de coagulación.
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Asiste a controles oftalmológicos regulares, especialmente si tienes antecedentes de traumatismos oculares.
Conclusión
La aparición de sangre en el ojo no debe tomarse a la ligera. Identificar la causa y recibir un tratamiento adecuado es esencial para preservar tu visión y evitar complicaciones graves. En la clínica de la Dra. Raquel Medina, contamos con la tecnología y experiencia necesarias para ofrecer un diagnóstico preciso y tratamientos personalizados para cada paciente.
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