La microftalmia es una afección ocular rara que puede detectarse desde el nacimiento o desarrollarse más tarde en la vida. Afecta el tamaño del globo ocular y, dependiendo de su gravedad, puede tener consecuencias significativas para la visión. En este artículo, exploramos qué es la microftalmia, sus causas, tipos, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles tanto en bebés como en adultos.
¿Qué es la microftalmia?
La microftalmia puede ser congénita o adquirida y requiere diagnóstico temprano.
La microftalmia (también conocida como microftalmía) es una condición en la que uno o ambos ojos son anormalmente pequeños. Esta anomalía puede ser leve y pasar desapercibida, o más severa y asociarse con una pérdida significativa de la visión o incluso ceguera.
En muchos casos, la microftalmia es una afección congénita, es decir, está presente desde el nacimiento. Sin embargo, existen formas adquiridas que pueden manifestarse más adelante, especialmente tras infecciones o traumatismos severos.
Tipos de microftalmia
La microftalmia puede clasificarse en función de su presentación:
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Microftalmia unilateral: afecta a un solo ojo.
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Microftalmia bilateral: ambos ojos son pequeños (más común en casos congénitos graves).
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Microftalmia leve: el ojo es más pequeño de lo normal, pero puede conservar cierta capacidad visual.
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Microftalmia severa: el globo ocular está significativamente reducido y puede haber ausencia casi total de visión.
¿Cuáles son las causas de la microftalmia?
Microftalmia congénita: causas desde el nacimiento
Las causas de la microftalmia congénita pueden incluir:
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Factores genéticos o hereditarios
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Mutaciones espontáneas durante el desarrollo embrionario
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Síndromes genéticos complejos, como el síndrome de CHARGE o trisomías
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Infecciones intrauterinas (como rubéola, toxoplasmosis o citomegalovirus)
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Exposición a sustancias tóxicas durante el embarazo (alcohol, ciertos medicamentos)
Microftalmia en adultos: causas adquiridas
Aunque más rara, la microftalmia también puede desarrollarse en adultos como consecuencia de:
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Traumatismos severos oculares
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Inflamaciones crónicas
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Tratamientos radiantes durante la infancia (por cánceres en cabeza o cuello)
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Enfermedades degenerativas del globo ocular
¿Qué síntomas produce la microftalmia?
Los síntomas pueden variar según la severidad:
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Tamaño anormalmente pequeño del ojo (observable al nacer o en controles oftalmológicos)
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Presencia de párpados anómalos o asimetría facial
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Problemas visuales: desde visión reducida hasta ceguera
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Estrabismo o desalineación ocular
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Ojos hundidos o mal posicionados
¿Cómo se diagnostica la microftalmia?
El diagnóstico requiere un examen oftalmológico completo, especialmente si hay antecedentes familiares o signos visibles desde el nacimiento.
Las pruebas más comunes incluyen:
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Ecografía ocular: para valorar el tamaño del globo ocular y estructuras internas
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Tomografía o resonancia magnética: si se sospecha afectación del nervio óptico o cerebro
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Estudios genéticos: para identificar síndromes asociados
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Exploración pediátrica completa (en bebés), para descartar anomalías en otros órganos
Microftalmia en bebés: importancia de la detección temprana
Detectar la microftalmia en bebés a tiempo es clave para intervenir y evitar complicaciones visuales a largo plazo.
La microftalmia en bebés debe ser evaluada por un oftalmólogo pediátrico desde los primeros días de vida. Cuanto antes se detecte, mejor será el pronóstico visual y estético.
En algunos casos, aunque la visión esté comprometida, se puede trabajar en el desarrollo de la cavidad ocular con prótesis expansoras para facilitar el crecimiento facial adecuado y evitar complicaciones psicológicas en la infancia.
¿Cómo se trata la microftalmia?
El tratamiento dependerá del tipo y gravedad del caso:
En casos leves:
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Lentes correctivas
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Rehabilitación visual y seguimiento oftalmológico regular
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Tratamientos de ambliopía si hay un ojo más dominante
En casos severos:
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Prótesis oculares (cosméticas o expansoras)
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Cirugías reconstructivas para mejorar la simetría facial
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Terapia de estimulación visual, cuando hay restos de visión funcional
Es fundamental el abordaje multidisciplinar con oftalmólogos, genetistas, pediatras y psicólogos para un tratamiento integral.
¿Tiene cura la microftalmia?
No existe una cura como tal para la microftalmia, pero un diagnóstico temprano y un plan terapéutico adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida del paciente, sobre todo en términos estéticos, funcionales y de desarrollo.
¿Cuándo acudir al oftalmólogo?
Es importante consultar con un oftalmólogo si observas:
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Diferencias en el tamaño de los ojos en tu bebé
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Problemas de visión o movimientos oculares anormales
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Asimetría facial evidente desde el nacimiento
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Historia familiar de enfermedades oculares congénitas
La Dra. Raquel Medina, especialista en oftalmología en Salamanca, puede ayudarte a identificar y tratar esta y otras afecciones visuales complejas con un enfoque integral y humano.
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