La distrofia endotelial de Fuchs es una enfermedad degenerativa de la córnea que puede comprometer seriamente la visión si no se diagnostica y trata a tiempo. Afecta al endotelio corneal —la capa más interna de la córnea— y es más común en personas mayores de 50 años, especialmente mujeres. En este artículo, te explicamos en detalle qué es la distrofia de Fuchs, cómo se manifiesta, qué opciones de tratamiento existen y en qué casos es recomendable considerar una cirugía.
¿Qué es la distrofia endotelial de Fuchs?
La distrofia de Fuchs es una enfermedad progresiva que daña las células del endotelio corneal, cuya función es mantener la córnea deshidratada y transparente. Cuando estas células disminuyen en número o funcionan mal, se acumula líquido dentro de la córnea, lo que provoca inflamación (edema), visión borrosa y, en fases avanzadas, pérdida significativa de la agudeza visual.
Es una enfermedad de origen genético, aunque también puede presentarse sin antecedentes familiares conocidos. No es contagiosa ni se asocia a infecciones o traumatismos.
¿Cuáles son los síntomas de la distrofia de Fuchs?
En sus primeras etapas, esta distrofia puede ser silenciosa. Sin embargo, conforme progresa, los síntomas se hacen más evidentes:
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Visión borrosa, especialmente por la mañana.
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Sensación de tener “algo en el ojo”.
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Dificultad para ver en ambientes con poca iluminación.
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En fases avanzadas, dolor ocular y deterioro visual severo.
La evolución es lenta y puede durar varios años. Es habitual que los síntomas fluctúen, lo que puede retrasar el diagnóstico si no se acude a revisiones oftalmológicas periódicas.
Diagnóstico: ¿cómo se detecta la distrofia de Fuchs?
El diagnóstico se realiza mediante una exploración oftalmológica completa. Entre las pruebas más comunes se incluyen:
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Biomicroscopía con lámpara de hendidura, que permite visualizar los signos típicos como los “guttas” (lesiones en forma de gotas en el endotelio).
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Paquimetría, para medir el grosor de la córnea.
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Microscopía especular, que evalúa el número y la forma de las células endoteliales.
Un diagnóstico precoz es clave para frenar la progresión de la enfermedad y planificar tratamientos adecuados.
Tratamiento de la distrofia endotelial de Fuchs
El tratamiento depende del grado de afectación:
1. Tratamiento conservador (etapas iniciales)
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Colirios hiperosmóticos (como el cloruro sódico al 5%), que ayudan a deshidratar la córnea.
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Uso de lentes de contacto terapéuticas en casos leves de dolor o molestias.
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Control riguroso del ambiente: evitar humedad, usar gafas de sol y mantener los ojos lubricados.
2. Tratamiento quirúrgico (etapas avanzadas)
Cuando la visión se ve gravemente afectada y no hay respuesta a los tratamientos tópicos, puede considerarse:
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DMEK (queratoplastia endotelial de membrana de Descemet): técnica mínimamente invasiva que reemplaza solo la capa dañada del endotelio.
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DSAEK: otra variante de trasplante endotelial, ligeramente más gruesa que la DMEK.
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Queroplastia penetrante (trasplante de córnea completo) en casos muy avanzados o con múltiples complicaciones.
¿Se puede operar de cataratas si tienes distrofia de Fuchs?
Sí, pero con precauciones. La cirugía de cataratas puede empeorar la función endotelial si ya está debilitada por la distrofia. Por eso es fundamental que un oftalmólogo especializado valore el estado de la córnea antes de la intervención.
¿Estás considerando una operación?
Te recomendamos leer nuestro artículo Operar cataratas con distrofia de fuchs: todo lo que debes saber, donde la Dra. Raquel Medina explica con detalle cómo se planifica una cirugía segura, personalizada y adaptada al estado de tu córnea, minimizando riesgos y protegiendo tu salud visual a largo plazo.
¿Cuándo acudir al oftalmólogo?
Si notas visión borrosa, sensibilidad a la luz o sensación de cuerpo extraño al despertar, es importante acudir a una revisión. La distrofia de Fuchs se puede controlar si se detecta temprano y se sigue un tratamiento adecuado. Además, si tienes antecedentes familiares de esta enfermedad o te han indicado que tu córnea está más gruesa de lo normal, debes realizar controles oftalmológicos regulares.
Distrofia endotelial de Fuchs: Conclusión
La distrofia endotelial de Fuchs es una enfermedad ocular progresiva que puede afectar significativamente la calidad visual, pero que puede tratarse eficazmente con un diagnóstico precoz y una atención personalizada. Desde tratamientos conservadores hasta cirugía de última generación como la DMEK, existen múltiples opciones para conservar la visión y mejorar tu calidad de vida.
Descubre las últimas noticias y consejos sobre salud ocular en el blog de la Dra. Raquel Medina, cirujana oftalmóloga en Salamanca. Confía en su experiencia para guiarte en el camino hacia una mejor visión.
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